domingo, 27 de abril de 2008

Cadáver Exquisito I

Cadáver Exquisito Cibernético
(escrito por muchos desde muchos lugares diferentes)

El objetivo de este juego fue hacer una historia formada por frases, palabras o historias escritas por diferentes personas, a partir de la última parte de otra frase, sin tener conocimiento de nada más... A mí me tocó unir el rompecabezas y me ha parecido un experimento muy divertido.

¡Gracias por colaborar! ¡Disfrútenlo!

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Siempre estuve convencida de que cuando dormía, mi pequeño ele se escurría entre mi bolsa de lona y tomaba mis crayolas, la del color del mar, la de color de mi fruta favorita, la del secreto y la que nunca cabe; se inspiraba en trazos disparejos y después de ocho intentos, unas pequeñas alas se asomaban y como los elefantes definitivamente no vuelan, debí conseguir una escalera para cambiar mi foco, así que decidí salir corriendo por la calle porque me parece que en mi casa se ha ido la luz, por ahí, por el estanque en el que podía ver los reflejos de un hermoso rostro que destellaba una luz preguntándose, si era de aquellos ojos llenos de amor por los que había esperado tanto tiempo; porque cuando las hojas se caen, una alfombra ocre se forma sobre el camino en el que alguna vez tomé un frapuccino machiatto en Estocolmo: frío, ese que me congela mi garganta, ya que hoy, cuelgan de mis orejas, dos lagartijas moradas de cristal, una de ellas había perdido la cola igualito que las lagartijas reales verdes, esas que no suelen dar paseos en las tardes de nubes rojas, consideran que se convierten en blancos fáciles y detestan los brotes de moretones morados; prefieren andar panza al suelo sobre el césped recién rociado, jugando a las escondidas con los escarabajos y mirando con un desden a las abejas, las mismas que veíamos cuando estábamos volando ya sin las bufandas y sin darnos cuenta, se quedaron atoradas en el poste; hasta que por el fuerte viento se cayeron los árboles aplastando al ornitorrinco como hornito aplastado. Ella preguntó segundos después: -¿Lo besaste?- sí, ayer cuando en el parque, me encontré dos monedas. "¡¡Dos chelines!!" -exclamé- pero me encontraba en la India. Me puse a saltar y correr de regocijo, eso sí, al mismo tiempo me puse a pensar una y otra vez en lo que haría con ellas. Ya me hacia comiéndome mi nieve. ¡No, no! -pensé- mejor me compro el collar que tanto quiero... mmmmm o mejor ¡los zapatos! Pero sin percatarme, esas dos monedas que me encontré, se me salieron del bolsillo del pantalón. Si me las hubiera gastado en cualquier bobada no estuviera lamentándome de lo que hubiera podido comprar el otro día, cuando me di cuenta que estaba brincando alegremente por la banqueta con las sandías que vendían en el mercado de Uxtutú, esas que tanto había deseado desde que tenia 5 años, cuando jugaba con melocotones redondos y tan suaves, en aquel parque donde esos vendedores de algodones rosados hacían tantas delicias para los niños que reían, cantaban y jugaban, siempre pendientes de los vendedores de globos, que llegaban al iniciar la tarde para alegrarles el día a todos. Los niños comen manzanas acarameladas rojo, rojo es mi vestido ampón que me hace pensar en la ultima noche de verano azul que pasamos en los anillos de Urano, porque Lencha vivía frente a una laguna que estaba rodeada de árboles de tunas, unas tunas rodeadas de lunas en bastas dunas, hasta que el carro rojo, un poco viejo y destartalado, entró al estacionamiento, yo sólo me pregunto ¿Por qué nadie conoce a los manatís? Y me respondo a mi misma, "porque son una bola de ignorantes". El manatí es un animal de lo más tierno, pero desgraciadamente poco taquillero. Se ven tan lindos bajo el agua, comiendo tranquilamente su lechuga. Tal vez la culpa la tenga el Génesis, que nos dio a los humanos un derecho absoluto sobre los animales. Así que nos sentimos con el derecho de ignorarlos, como las gotas de agua, que no son capaces de estar juntas y ruedan distantes, como si siguieran el camino trazado por laberintos invisibles, se adentraron en la jungla sin saber que lo que había comenzado como un tranquilo viaje, se tornaría en la más grande aventura vivida por cada uno de nuestros aventureros amigos, esos que iban por el bosque mientras ella cantaba: la ra la la la la la, dándose cuenta de que no era una gran cantante en realidad, guardó silencio y siguió su camino escalando árboles entre los monos que se sacaban los piojos. Ahí se encontraba una mona comiendo tierra que miraba en la ventana la lluvia cayendo sobre los árboles justo cuando me puse a pensar en ti, y me vinieron momentos alegres de mi vida. No, en realidad tenía muchos colores con los que fabricaba enormes borradores indelebles que usaba para matizar el mundo de haditas con alas de mandarina y duendes con capuchas de cáscara de naranja que suben lentamente por un sendero oscuro, luciérnagas iluminando el camino, cascadas de aguas cristalinas cayendo lentamente (¿hay cascadas que caen lentamente?) y mirando al precipicio. Ahí, ahí, justamente ahí estás tú... y en ese momento se caen las cáscaras: la bola de lodo sucumbía ante la incesante lluvia nocturna, de esa que llenaba el corazón de alegría al recordar aquellos momentos durante los cuales el mundo era uno solo, en los que nada mas parecía importar y cuando el futuro era, ciertamente, incierto. Al ver las gotas resbalando por el cristal, no pudo evitar pensar en aquellos momentos y cuestionarse sobre la fragilidad de sus decisiones; su entereza flaqueaba ante los eventos que se habían dado días atrás y su determinación, tan fuerte en tiempos pasados, sucumbía al igual que aquella bola de lodo, de la cual ahora parecía quedar absolutamente nada, exactamente lo único que es posible encontrar antes de algo y a veces incluso, después de todo. Me gusta escribir así: en sepia, blanco y negro, monocromático y a color: juntos todos y yo solita también.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que deliciaa!! un brindis, por la de los colores que nos ha traido una propuesta de diversion!

Abrazo y beso de mall ...

ñ.

Airin dijo...

Aplauso ensordecedor para cada uno de los autores, osease pa nosotros =D
Y por su puesto para la vaga más ocupada del planeta =), la vaga Bunda jeje ;)

Saluditos,
I.